lunes, 14 de noviembre de 2011

Asiento veintidós

























Único superviviente
hoy,
el vacío,
con rango de rascacielos.
Nunca, nunca,
el vacío
se lanzará
al vacío.



Serrana y jabegote de Rocío Márquez.

La nieve por tu cara pasó
pasó diciendo
donde no hago falta
no me entretengo.

5 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Anoche estuve mucho rato por aquí escuchando la voz prodigiosa de Rocío Márquez. Se me hacía difícil hablar del vacío. Hoy también, pero me gusta la imagen que describes.
Por supuesto que admiro a Baudelaire, pero puedo admirar a quién quiera... o no? Vale, te perdono que no me llamaras, pero la siguiente, avisa por favor.
Besos siempre admirados, que quede claro.

JosepMª dijo...

Vacío.
En las escuelas enseñan:
Conjunto Vacío.
Por televisión emiten rollos
de corazón vacío.
Cerebro vacío.
Aún es peor querer llenar tanto vacío
con dinero.
El vacío es silencio.
Hablemos.
Escuchemos.
Creo en el valor de la Palabra.

Me fascina la voz humana
templada.
No veas la de Rocío Márquez.
La guitarra siempre llena mis oidos.
Y el ritmo, a palmadas y taconeo
es el pulso ancestral.

Tempero dijo...

Josep, ¿te acuerdas cuando se decía, apalabramos tal o cual?

La palabra es amor hoy día pierde matices, la palabra y las cosas. Algunos románticos quedamos.
Aquí estamos, amigo.

Tempero dijo...

Isolda, Rocío es un valor seguro. Espero que no meta muchos abalorios en sus nuevos discos. Con su voz tiene suficiente.

América dijo...

Ni para el vacío la sensación de vacío es buena.
Bella voz la de Rocío Márquez.
Saludos Tempero.

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